Confesiones de Fido
Me
gusta pararme largo rato, apoyarme en las columnas de la terminal de
trenes, viendo pasar la gente. El circo del género humano me ha llamado
muchísimo la atención desde temprana edad. Los padres acusan a sus hijos
de hacer lo que ellos han hecho antes. Los viejos dan consejos basados
en sus errores. Cuando los médicos no encuentran una causa, perdiéndose
en un manojo de síntomas y análisis, culpan al enfermo porque come
mucho, si es flaco porque no come. Hasta los mecánicos de autos hacen lo
mismo, reemplazan seis piezas, para finalmente encontrar lo que no
funciona.
Nadie es sincero...todos quieren ser víctimas de un puñal imaginario que vuela sobre sus cabezas, con la punta hacia abajo y parecen decir : - Que me cae, que me cae encima, no puedo con esto..Me voy a morir antes que tú, soy muy pobre....!!
Con ese cuento o percepción digámosle así, esperan el tiempo donde no hay más tiempo, y entonces comienzan los lamentos:
- Si yo lo hubiera hecho aquel día!!! , No me atreví por miedo!!!,- a si miles de coletillas de teatro bufo, que solo demuestran lo vago que somos, al emprender un proyecto. Es la inercia del alma que solo llama al fracaso y así hasta el mismísimo final.
Dentro de mi pequeño círculo, o circo personal, tengo como cuatro ejemplares, dentro de los cuales me incluyo por supuesto, pero mirar a otros, criticar, hablar boberías es mucho mejor que remendarnos nuestros parches rotos. Y para no ser criticado me he decidido a contemplar y sacar mis conclusiones.
Paseando, llegué casi cerca de mi cuadra. Todos estaban allí en la esquina, hablando amigablemente, hasta que llegué y me uní al concierto de alegría de aquel domingo.
Al poco rato llego Fido y se acercó a mí, suavemente, como quien va a poner una bomba sin paquete. Mi buen olfato se puso alerta, hasta que bajando su estruendosa voz me aseguró que necesitaba mi ayuda. No me sorprendió, pero algo en el aire olía a podrido. Caminamos hasta que estuvimos bien apartados, y comenzó su plática.
- Shepard,- me dice:- confío en tu experiencia, sabes cómo he sido todo el tiempo, cumpliendo a la perfección con las tareas y mi trabajo dentro y fuera de la casa. Han sido años duros, viendo escasez, a veces abundancia, oyendo todas clases de improperios, tratando de entender hasta lo que no entiendo calmadamente. Pero va llegando a un punto que no he podido soportar. Ella decidió no comer más, solo vegetales...solo por competir con la vecina. Nunca me ha importado pasar penurias cuando no hay, pero precisamente ¿ahora que ya entraba la abundancia? Creo injusto que no se me trate como lo que soy.
Nadie es sincero...todos quieren ser víctimas de un puñal imaginario que vuela sobre sus cabezas, con la punta hacia abajo y parecen decir : - Que me cae, que me cae encima, no puedo con esto..Me voy a morir antes que tú, soy muy pobre....!!
Con ese cuento o percepción digámosle así, esperan el tiempo donde no hay más tiempo, y entonces comienzan los lamentos:
- Si yo lo hubiera hecho aquel día!!! , No me atreví por miedo!!!,- a si miles de coletillas de teatro bufo, que solo demuestran lo vago que somos, al emprender un proyecto. Es la inercia del alma que solo llama al fracaso y así hasta el mismísimo final.
Dentro de mi pequeño círculo, o circo personal, tengo como cuatro ejemplares, dentro de los cuales me incluyo por supuesto, pero mirar a otros, criticar, hablar boberías es mucho mejor que remendarnos nuestros parches rotos. Y para no ser criticado me he decidido a contemplar y sacar mis conclusiones.
Paseando, llegué casi cerca de mi cuadra. Todos estaban allí en la esquina, hablando amigablemente, hasta que llegué y me uní al concierto de alegría de aquel domingo.
Al poco rato llego Fido y se acercó a mí, suavemente, como quien va a poner una bomba sin paquete. Mi buen olfato se puso alerta, hasta que bajando su estruendosa voz me aseguró que necesitaba mi ayuda. No me sorprendió, pero algo en el aire olía a podrido. Caminamos hasta que estuvimos bien apartados, y comenzó su plática.
- Shepard,- me dice:- confío en tu experiencia, sabes cómo he sido todo el tiempo, cumpliendo a la perfección con las tareas y mi trabajo dentro y fuera de la casa. Han sido años duros, viendo escasez, a veces abundancia, oyendo todas clases de improperios, tratando de entender hasta lo que no entiendo calmadamente. Pero va llegando a un punto que no he podido soportar. Ella decidió no comer más, solo vegetales...solo por competir con la vecina. Nunca me ha importado pasar penurias cuando no hay, pero precisamente ¿ahora que ya entraba la abundancia? Creo injusto que no se me trate como lo que soy.
Tomo un poco de aire y prosiguió su soliloquio:
- Anoche ya no pude más, me pasé todo el día planeando, cómo terminar esa situación. Después de las diez de la noche, esperé...pero no podía hacer nada. Todo dependía de Ella. Me hice el dormido, y a eso de las 2 y media de la madrugada, se apareció en la cocina sin hacer ruido...era mi última oportunidad.
Lo miré algo enfadado por tanta patica pero no me quedo mas remedio que seguir escuchando sus lamentos:
- Soy musculoso, esa fue mi suerte. Me abalancé y la tiré en el piso apenas llego a abrir el refrigerador. Casi con la baba cayéndome arriba no encontré ni rastro de carne. Estaba inconsciente, sin pensarlo mucho le empecé a comer el brazo, casi la dejé en el hueso, también acabé con su pierna derecha. Escuché un ruido y me escondí detrás del aparador grande. En eso llegó el dueño de la casa, que como te he contado es su segundo marido. La vio zozobrando, le levantó la cabeza como si fuera a oír su murmullo, pero de pronto....catapún!!!, le dio una de golpes en la misma cabeza que ni los sesos se veían.
Miro a ambos lados como quien busca a un posible intruso que escucha la conversación y me miro fijamente:
- Aunque no me lo creas...seguí escondido temblando de miedo..Vi como tomó un cuchillo inmenso, y con la habilidad de un carnicero , empezó a sacar toda la carne posible. Luego, de las nalgas de esa señora que por cierto estaban bien grandes, hizo dos filetes que después los adobó, los cocinó y...terminó comiéndoselos.
Esa confesión me enervo algo pero cuando iba a hablarle el me interrumpió_
- Imagínate, Shepard, tu has sido un perro policía por años. Yo no vuelvo más a ésta casa. Dime algo ¿VAMOS A LA POLICÍA, y denunciamos el caso? ..ó....no digo nada y me como al dueño....
¿QUE TU CREES? ¿Quién podrá al final ser mas asesino?
Comentario
Jennydela Fuente
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