jueves, 12 de diciembre de 2013


Por Jenny dela Fuente

Esta casa no era igual a la de la Capital. La de allá era lujosa, o al menos eso  creía, hasta que visitamos la Mansión del Gobernador con muebles torneados de pura madera brillosa como crines de caballos de paso fino. Sus brocados y colores hacían combinación con los tonos de las paredes, los cuadros eran color pastel casi todos menos de los militares que orgullosamente él señalaba como familia cercana. Era verdad, por lo menos medio siglo y un poco colmados de esplendor y fortuna que día a día crecía más, como la de mi padre.
  Desde que llegábamos, mamá se retiraba hacia los jardines con la Sra del Gobernador. Le decían Mimí y ambas paseaban largas horas, se sentaban en los asientos de mármol tomando un refrigerio traído por una de las criadas. Se llamaba Cecilia y era la más vieja y “sabedora” de los secretos familiares, como siempre sucede en las familias adineradas.
    Por el contrario, yo tenía que soportar a las hijas del Gobernador que aparte de feas y flacas - ya que comían con estricta dieta capitalina-   se aferraban en mostrarme todos los vestidos de sus últimas compras en los lugares más exclusivos de Europa. Al pasar las horas, mi Padre salía del despacho del Gobernador con una amplia sonrisa, se estrechaban las manos en señal de despedida y el mayordomo nos llevaba hasta la puerta de la calle, cruzando pasillos, saletas y al fin la libertad. Nunca Papá hacia comentarios en el coche sobre sus entrevistas y mucho menos de negocios. Mamá sonreía viéndolo feliz y así sucedían los años.
    Particularmente me encantaba nuestra casa de campo, donde el aire era puro, los ladrillos de la cocina eran brillosos y los calderos de buen barro cocinado, con un colorido de flores y hasta que uno u otro ganado. Eran pintados a mano, moldeados por los indios que vivían de su alfarería no lejos de nuestra casa. Nuestro piso enlozado y lleno de alegría con los colores de la alborada  daba soporte firme a los  muebles curveados con figuras maravillosas de puro antaño. Tenían por tapiz cuero pulido, suave ,cómodo como mi caballo favorito, del que también disfrutaba Papá. Hasta el sol era más brillante que el de la Capital....los ventanales eran amplios con cortinas entre bordadas por donde el azul del cielo dejaba ver su esplendor.
  Nuestra casona de campo era como estar en brazos de una tata buena que nos había visto crecer. Había dejado de ser niña hacía  mucho, no jugaba con muñecas pero tampoco era muy grande. Leía mucho, libros de novelas, poemas, estaba al tanto de todo  mi alrededor, de políticas de huelgas.....todo me interesaba y por eso decidí estudiar Leyes cuando fuera a la Universidad.  Dentro de mis oídas, por la casa detrás de las cortinas o más bien de la puerta principal de la biblioteca y despacho de Papá, alguna que otra conversación se filtraba, no me preocupaban mucho porque confiaba en mi familia a ciegas, pero alguna que otra palabrita se me quedaba impresa.
   Un buen día a la hora de la cena, mi Madre como siempre estaba bella como una rosa, mi Padre limpio y pulcro con sus patillas largas y su bigote ancho....mientras comíamos pregunté a mi Padre:-
 - Sabes Papá .. ¿cuál es el significado de SICARIO?... él me miro sorprendido preguntándome donde había oído esa palabrita.
-En las noticias Papá, se refieren a algo que no entiendo.-
Papá, que era un hombre muy astuto me dijo:- Un sicario es un hombre que hace algo mal hecho para beneficiarse. No hagas caso de las noticias que siempre están inventando palabritas raras para confundir a la juventud de hoy. Noté unas gotitas de sudor en su frente y le alcancé mi servilleta, señalándole el rostro.
- Estás sudando Papá, te sientes bien?.....
   -Por supuesto, puede ser el asado, la salsa estaba algo picante no te preocupes.
Mi Madre miró de reojo, dejando ver una tenue sonrisa y termino de comer. Al postre, me dice- Le dijiste a tu Padre que pensabas estudiar Leyes cuando fueras mayor?.
  Papá aplaudió entusiasmado: -¡¡¡magnífico,  una abogada en la familia es más productiva que un médico hoy día, estoy seguro que serás una de las mejores del País!!!!!.
  Sucedió que llegó el tiempo, que es el único que no olvida y a su momento regresé de Europa con mi Doctorado en Leyes, que revalidé en mi País y también en Estados Unidos., donde por consecuencia conocí las historias de alguno que otro amigo de Papá, famoso en el Hampa y visitador de nuestra casa de campo.
    Familiarizada con la Política, las Leyes, los criminales y las trampas con el tiempo vi cientos de casos, de extorsión, asesinatos y negocios corruptos. Un buen día noté a mi Madre bastante agitada cuando llegué de mis oficinas. Los criados tenían las caras largas de velorio y casi adiviné que mi Padre estaba en aprietos.
  Más que eso, había sido encontrado muerto con un balazo en la nuca tipo ejecución. En ese momento mis sentimientos se revolvieron sin precisión y tal vez el apuro de resolver las cosas impidió que se me salieran las lágrimas. Me ocupé de todo rápidamente para que se dijese que había sido un accidente cuando él estaba cazando. Nadie creyó nada, pero el Jefe de Policía después de palpar el sobre manila que mi Madre dejó sobre su escritorio de la Comisaría, cuando fue a declarar......sencillamente lo creyó todo, tanto así que prohibió entrevistas a los familiares y ordenó el más estricto silencio en consideración con los dolientes.
  Por supuesto que  después de enterrar a mi Padre, revolví cielos y tierra en su escritorio disponiéndome a poner todo en orden.
   Mamá vino con sus ojos rojos de llorar, y por primera vez me felicitó diciéndome:- Maravilloso hija, ves que bueno es tener una Abogada en la familia, como decía tu Padre.
    Le miré con amor, casi sonriendo
-Es de la única forma que hubiéramos podido conservar todas nuestras propiedades- dije mirando a sus ojos húmedos.
Nos miramos las dos como cómplices de un drama, y salimos a dar una vuelta  cabalgando nuestros caballos de paso fino.
Con mi cabeza en alto, pensando en silencio, empecé a comprender, más allá de los tratados de leyes y definiciones universitarias, el verdadero significado de Sicario. Papá siempre lo supo bien.

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