jueves, 12 de diciembre de 2013


Mini-novela de Jenny dela Fuente
De veras, no me ve a importar lo que diga la gente, si total lo critican todo, nadie sale con la solución. Hace años desde la nueva Tecnología Biológica he leído mucho, voy con valentía a salirle al frente a todo argumento...ya es hora de hacer el diseño perfecto...
  Encogida en mis pensamientos mientras iba manejando hacia el apartado Edificio donde  podía comenzar a diseñar mi solución, empezó a llover como si desde arriba hubieran abierto una catarata de toneladas de agua sobre los árboles.  La carretera de perdió de la vista y  el techo de mi auto se sentía crujir como bombardeado por pequeñas balitas. “Que trajín,  prefiero NO conducir con tanta lluvia pero voy a seguir”.
 Finalmente, después de parquearme en un lugar seguro, pude caminar casi corriendo hasta el umbral. Toqué el timbre de entrada. Una empleada sonriente y política que me recibió,  cálidamente:.-  Señora Lacoretto, tome asiento,  el Profesor la atenderá en breve. ¿ necesita algo caliente de beber?,  veo que está completamente empapada,- me dijo con una sonrisa de vendedora de churros.
-Por favor…. algo caliente me haría bien. Miré  alrededor y  vi la estancia de recibir realmente grande, con la más finas de las alfombras del Mediterraneo, amueblada casi con lujo y grandes cuadros al óleo de paisajes, caballos, manantiales, …en fin… solo había uno que me llamó la atención. Era como un hueco al infinito, sin límites...sin final, sin descripción ..algo extraño y preocupante.
Después de sorber una delicada taza reconfortante de té con algo de Cognac, a los veinte minutos la empleada calmadamente me llama .- Señora  Lacoretto, el Profesor la espera.
  Aquella oficina era mezcla de todo, una extensa biblioteca  sobre Biología y  Genética. Cuadros sobre procedimientos y fotos de su Staff.
Entre el té con el poco de Cognac y aquel ambiente , sentí la sensación de estar dentro de un Museo de lo sobrenatural. Pero ya estaba alli, entregada a mi situación.
-Señora Lacoretto ¿cómo se siente en estos momentos?
- Muy bien Profesor, un poco mojada por la lluvia pero en sentido general bien.,
-Si usted esta lista en cuestión de dos horas, podemos empezar con los análisis especiales, mi empleada le guiara al aposento de Procedimientos, que ya está debidamente esterilizado, y allí hablaremos  comenzando después todo lo que es pertinente.
     Me ubicaron en un aposento bien amplio con todo lo que la Ciencia de la Biología exige. Estaba inmaculado, me recosté en una mesa especial y esperé mientras me relajaba con firmeza en mis decisiones.
  El Profesor se acercó como una padre a su hija..diciéndome:,- Creo que escogeremos primero un espécimen de varón, ya que usted es joven todavía… después hablamos de los cuidados , los precios..etc. pero no se preocupe, aquí todos somos Científicos de muy alta calificación. Se sentirá muy bien. Nuestra labor no es solamente por  the "profit", amamos al ser humano y la Ciencia es nuestra vida.
 Con toda seguridad, el Té contenía un  sedante fuerte, y no me acordé de nada más. Cuando desperté me sentía algo incomoda pero no adolorida. Espere unos minutos y ayudada pude vestirme pero por supuesto debía de finalizar nuestro acuerdo profesional.
   El profesor, fue avisado y casi traspaso las paredes sonriente  con semblante de anciano bondadoso, pero de mirada fría e inteligente: -Señora Lacoretto por hoy hemos terminado, vendrá todos los meses y hasta el tiempo del parto, que Yo mismo atenderé , recibirá los cuidados pertinentes a su estado. Pero hay algo más, ese proyecto que Ud piensa diseñar, requiere otras mujeres que estén dispuestas a donar a sus hijos o hijas. Por supuesto esto tiene gastos económicos, y usted podrá decidir la cantidad de donantes, o si prefiere.. mujeres sin pareja que quieran inseminarse. Dentro del transcurso del tiempo hablaremos extensamente, recuerde que un ser humano requiere nueve meses de gestación, hay que jugar con el tiempo.
   Con un movimiento de cabeza y  algo de cansancio, me despedí del Doctor....ahora tenía que actuar rápido con mi Tío.
II
   Tío Augusto, era viudo y a pesar de sus anos nunca tuvo obstáculos para disfrutar de la vida. Mi Tia, que vivía muy holgadamente gracias a El, nunca reprochó sus desapariciones. Siendo quien era, todavía bella no hizo mucha objeción a sus deseos. Augusto, no solo era dueño de la mansión en que vivía, también tenía terrenos en una apartada Isla, de lo cual nunca hablaba. Se mantenía aquel lugar con el cuidado de sus más discretos mayordomos y sirvientas, siendo el centro de aquella hermosura de lugar, una casona bien impresionante, jardines, alberca, y frondosos jardines, flores exóticas y aves. Otra pequeña hacienda colindaba donde habitaban los sirvientes de menos rango...pero allí, en aquella casona solo el señor Lobinno y su esposa, una mulata de largo pelo, de cuerpo de musa y facciones  atormentadas, no se ni como se  llamaba, nunca nos miró a la cara, bajaba la vista en señal de respeto  desapareciendo por los pasillos.
Tío Augusto estaba en sus Buenos momentos. Había días que ladraba como un sabueso herido, tenía mal carácter, como los viejos que han disfrutado de todo, y ahora quieren agriarle el hígado a los demás. Le hable de plano, y le dije que necesitaba su Mansión para un proyecto que tenía. Casi en secreto le conté todo...y al final me dijo:.- Claro que creo en Ti, aunque no vea el final, puedes contar conmigo, solo que debo arreglar unos papeles con mi abogado. Hay que precaver, siempre vienen volando las aves de carroña cuando ya estamos al morir, o que se Yo...les gusta el olor a muerto caminante.
III
  Antes de los nueve meses, ya tenía todo preparado para esperar a mi bebe varón, sería el primero , el líder de aquel pueblo de gente diferente, con otras mentes, sin pasiones aberrantes, y aun , no conocerían las ambiciones. No estarían contaminados.
  El profesor había contactado  por módicos precios a una veintena de mujeres sin pareja, necesitadas de dinero para salir de sus apuros. En fin, ellas tenían sus problemas resueltos y habían cedido a donarnos la vida de aquellos seres, a los que nada les faltaría.
  Casi no recuerdo el tiempo que pasó, rápidamente, como las nubes espantadas por una tempestad. Ya eran veinte y cinco jóvenes entre hembras y  varones, todos saludables, fuertes. Lo que nunca pude penetrar fue la capacidad de sus mentes, sus ilusiones, pasiones ni sus deseos. A mi modo de ver, todo estaba bien planeado.  Pronto, en dos años más, los primeros novios se dieron a conocer. Eran de diferentes parientes, no había pecado en ello. El tiempo se encargó de los demás, y al salir mis primeras canas, teníamos una muchedumbre que parecían felices y muy diferentes...YO HABIA INVENTADO UN MUNDO FELIZ.
IV
  Un día de muy noche salí a pasear por los jardines, y disfrutar la brisa de la noche, cuando una sombra salió casi corriendo de una de las casas. Era Julián, apuesto inteligente pero sin pareja. Salía de hacer algo. Ni siquiera me preocupe. Eran tan jóvenes y felices!!!! Luego de  cuatro meses  acercándose  me dijo:.- Senora Lacoretto, le debo lo que soy y voy a sincerarme con usted. No me gustan las mujeres,  dentro de nuestro pueblo tengo mi pareja, pero...no soy feliz....El está casado y nuestras relaciones tienen que permanecer secretamente, más ahora que esperan un hijo.
Me quede entre sorprendida y frustrada. Le increpé, fuertemente, de donde, de cuándo y ¿por qué tenía ese problema?.
-Quizás porque no conocí a mi madre, tengo este carácter tan suave, que busca la ternura que nunca tuve. Contrario a las tradiciones, no derramó ni una lagrima ni  estaba pidiéndome perdón, estaba solo explicando su verdad.
 No lo consolé y menos le pedí cuentas. Eso no tiene remedio, pensé,  menos mal que todos lo demás parecían normales.
V
  Transcurrió el tiempo, que siempre nos hace sentir su campanazo a toda hora. Me sentía cansada, habían pasado muchos años, desde el inicio de mi proyecto, pero vivía en un sobresalto porque nunca sabremos que hay dentro de la mente humana. Hasta allí no llegan nunca los científicos, así  como pasiones implacables, que destruyen nuestra alma, y a pesar siguen latiendo más fuertes.
  Tuve que presenciar sin quererlo, como una daga atravesó el cuello de un amante, aun sin saberlo desmayada entre miedo y tristeza la mujer adúltera con mirada de gacela, escaparía de la Isla, donde tenía de todo, menos amor, ese mismo sentimiento que  las mujeres buscan, que nos hace temblar la carne y nos llena de una fiebre rara, que hace brillar nuestros ojos como ladrones, poseyendo y encantando a su presa.
-Yo no sé por qué algún día pensé que el hombre se contamina...es que tenemos algo que empuja a tener lo imposible, nunca estamos conformes, ni el más bárbaro castigo nos hace tambalear La ambición, la envidia de lo ajeno, y aun en los más controlados, siempre el pensamiento nos hace esclavos del deseo. Yo sé por qué lo digo...tenía dos collares que eran mis preferidos, me gusta el coral con las perlas engarzadas.. también aquel de rubíes y pequeños hilos de oro con brillantes fueron regalos de mi Tio Augusto para su esposa, el me los dio...mi madre, falleció al tenerme, y él me ayudo a crecer, a estudiar mi Doctorado, colmándome entre los dos de amor y carino.
Más tarde ya casi antes de morir, unos meses antes...me confesó que era mi padre.- Y entonces Tio Augusto, mi madre careció de un compañero.?
-Pequeña, tu siempre has sido mi pequeña...la fuerza de las pasiones son comparables a la ira de Dios.
Fue por eso , viendo el sufrimiento que hay en el mundo, las traiciones, los atropellos, decidí  tener mi proyecto de una nueva tierra, donde hubiera felicidad.
  A los pocos años de morir Augusto mi padre incógnito, sucedieron más  y más sucesos, aparte del robo de mis collares. Los adulterios seguían. Hasta habían fiestas de madrugada, que con licores e infusiones de flores celebraban a mis espaldas, Aquello era más que demasiado.
   Finalmente, todos se fueron retirando de la Isla, solo 3 parejas fueron felices. Al menos creo que lo  eran. Todo se convirtió en una pulpa de pelos, ojos intrigas y malicias.
  Mirando el mar de la Isla con sus olas empinadas que se estrellan con fuerza sobre todas las rocas, salpicándome el borde de mi saya larga , moví mi cabeza y sin dudar dejé mi cuerpo descansar. Una vez más, con la brisa de la Paz, lentamente fui flotando sobre las olas, pensando:-AL MENOS,PUDE INVENTAR UN MUNDO FELIZ!!!!

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